Nuestra historia

Nuestra Historia

Nuestros inicios

A finales del siglo XIX dio comienzo esta saga de Carpinteros y Ebanistas con Francisco López Serrano, tatarabuelo de la actual dirección de Maderaje.

Sus comienzos fueron duros ya que fue una época de crisis. Fue precisamente el ducado de Fernán Núñez uno de sus mejores clientes y apoyo, además de los vecinos de la villa.

En aquel entonces la labor de un carpintero se extendía hasta la fabricación de aperos de labranza, techumbres, carruajes, puertas y mobiliario de todo tipo. Todo hecho a mano en bancos de trabajo y herramientas que aún conservamos y utilizamos muchas de ellas.

Los trabajos se realizaban directamente en el lugar donde iban a ser destinados, y podían dilatarse en el tiempo durante semanas o meses dependiendo de la envergadura del trabajo.

Dibujo fijador madera

A principios del siglo XX Sebastián López Sánchez ya había aprendido (de su padre Francisco) las distintas técnicas y la forma de trabajar propia de la época, tareas como espigar, hacer lazos, tallar e incluso retirar la corteza de un tronco ya que la madera procedía de la zona, donde frecuentemente se talaban arboles como las encinas o álamos.

Dibujo carpintero

Sebastián López Sánchez transmitió a su vez todo su saber hacer a su hijo Andrés López López, en una época marcada por la escasez de la posguerra en sus primeros años y más adelante el comienzo de la industrialización en la villa. Fue el tiempo de la transición a las primeras máquinas eléctricas, aunque seguía predominando la forma de trabajar de siempre. En sus comienzos fabricaban carros de caballos entre otros, pasando a fabricar cabinas a los primeros tractores, carrocerías e interiores de autobuses de la época (años 60), sin olvidar las labores más comunes de un carpintero.

En la transición el sector de la madera estaba en retroceso, la industria del metal se estaba imponiendo. Fue el motivo por el cual Andrés López López animó a su hijo Sebastián López Miranda a no seguir con la profesión familiar.

Por suerte no tuvo éxito en su empeño y dio lugar a todo lo contrario, la fundación de la empresa que hoy conocemos en 1978. Con unos valores que seguimos manteniendo, seriedad, profesionalidad y atención al detalle.

Poco a poco, la empresa creció en instalaciones y también en personal, pero manteniendo nuestras raíces cerca de los vecinos y amigos que nos habían apoyado siempre.

Es muy difícil crecer en un ambiente así y no querer seguir siendo partícipe de esta historia y aportar tu granito de arena. Así es como Andrés López Carmona (quinta generación) recibe el testigo y la responsabilidad de la empresa familiar que bien conoce, pues ha estado ligado a ella desde pequeño.

Su labor es bien sencilla, conservar las técnicas y la forma de trabajar de siempre, con un añadido, valerse de las nuevas tecnologías (CAD, 3D, VR,…) y así ofrecer un producto único.

Equipo de Maderaje

Somos Maderaje